Fecha de publicación: 03/09/2021
En AXA trabajamos para ofrecerle una capa de protección a cada tipo de viajero, sin importar la ruta, quien lo acompañe o el destino de su viaje, así que en esta ocasión decidimos dedicar esta nota a los viajeros aventureros que disfrutan de hacer ecoturismo o alguna actividad diferente durante sus vacaciones, en este caso el buceo.
Bucear es una de las actividades más buscadas y populares en los viajes de playa, pues es una experiencia que la mayoría de las personas busca hacer por lo menos una vez en la vida. El buceo es te permite observar y descubrir la vida marina desde su interior, de una manera más profunda y maravillosa, pero eso sí, puede sonar más fácil de lo que es, pues antes de bucear se necesita practicar todos los temas de seguridad necesarios, las señales para comunicarse bajo el agua y la técnica adecuada para no sufrir el síndrome de descompresión.
Pero ¿qué es el síndrome de descompresión?
El síndrome de descompresión se descubrió en 1839 cuando los buzos comenzaban a presentar ciertos síntomas después de haber permanecido largos lapsos de tiempo en cámaras de aire comprimido. Básicamente lo que sucede es que el nitrógeno que se encuentra disuelto en nuestra sangre y tejidos, forma una especie de burbujas cuando sufrimos un cambio de presión, estas a su vez comienzan a circular en nuestra corriente sanguínea y pueden obstruir ciertos vasos terminales que empiezan a desencadenar afectaciones a nuestro cuerpo.
Este síndrome se presenta cuando se hacen ascensos demasiado rápido (en el caso de pilotos) o descensos demasiado rápidos (en el caso de los buzos), sin embargo, si hay técnicas que pueden ayudar a prevenir que suceda. Primero hablemos de los factores de riesgo que pueden hacernos más propensos a pasar por algo así:
- Deshidratación
- Realizar inmersiones a bajas temperaturas
- Bucear sin haber descansado
- Volar y bucear en tiempos muy cercanos
- Realizar ejercicio antes y/o después de la inmersión
- Sufrir de obesidad
- Tener alguna afectación cardiaca previa
- Personas de edad avanzada
- Entre otros.
Los profesionales del buceo sigue unas tablas ya establecidas para realizar la descompresión, las cuales mencionan el tiempo máximo de estancia bajo el agua de una persona según sus características físicas y experiencia previa. Los síntomas de esta enfermedad pueden presentarse unos minutos después de regresar a la superficie, o bien, gradualmente en el transcurso del día y son los siguientes:
- Dolor de cuerpo en generar (músculos y articulaciones)
- Vértigo
- Desmayos
- Náuseas y mareos
- Cefalea (Dolor de cabeza)
- Erupción o irritaciones en la piel
- Entumecimiento de las articulaciones
- Problemas al respirar (falta de aire)
- Calambres
Es importante que realicemos esta actividad siempre acompañados por expertos que puedan guiarnos de forma adecuada para no sufrir este tipo de situaciones, puedes evitar sufrir este síndrome si realizas inmersiones limitando la profundidad, o bien, hacer varias paradas tanto para descender como ascender a la superficie, pero comentamos eso siempre deberá de explicártelo un profesional certificado.
Ya para terminar, es importante que estemos consciente que todas las actividades que realicemos de este tipo conllevan un riesgo a pesar de estar bien preparados, si bien es una actividad muy común y considerada de bajo riesgo cuando es acompañada con profesionales, si es necesario que evaluemos todos los aspectos antes de lanzarnos a la aventura.
Si ya contrataste tu asistencia de viaje cerciórate que tu plan incluya cobertura por este tipo de actividades, o bien, si lo puedes contratar como un beneficio extra, el punto es que realices esta actividad con la confianza de tener un respaldo en caso de que algo no salga como se tenía planeado.
Con nosotros puedes disfrutar del mundo marino de forma más tranquila, revisa nuestros planes y beneficios para contratar y vivir tu aventura al máximo.
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